Los Bolos y las Bolas

Estos dos juegos se practicaban principalmente los domingos y festivos: para los bolos empleaban un espacio llano situado entre la plaza y la carretera (o calle Real), o alguna otra plazoleta del pueblo. Se colocaban tres varitas en posición vertical sujetas al suelo con barro o arcilla blanca, colocadas en línea recta y separadas aproximadamente 5 o 6 metros una de otra. Se podía jugar uno contra otro o dos de compañeros.
Se cogían unas bolas de madera perfectamente esféricas, con huecos para los dedos de la mano y otra para el pulgar, lanzándose y tratando de tirar en una pasada los indicados “palotes” o varitas. Ganaban, lógicamente los que conseguían tirar más palitos en una sola tirada.

En el juego de bolas se utilizaban tres o cuatro bolas metálicas de un tamaño aproximado a las que se utilizan en la actual petanca, que iban lanzando varias veces desde donde habían llegado, así  con varias tiradas hasta llegar al sitio que finalizaban (a veces hasta el cementerio) y que solían regresar realizando igualmente sucesivas tiradas. Creo recordar que fue en el camino del Calarizo y el de la Alberca donde se practicaba. Eran jóvenes de 15 a 20 años, o algunos más quienes con un fuerte impulso hacían correr esas bolas.