La Siega Larga

Antes de empezar la siega en el pueblo, a mediados de junio los vecinos, tanto casados como solteros, se desplazaban a la zona de Aragón: municipios de Zaragoza o Teruel, y pueblos próximos a Zaragoza: Moel, Botorrita, María de Huerva, Longares…En la provincia de Teruel: Santa Eulalia, Monreal del Campo, Singra…
La salida se hacía por el camino de la Alberca, un grupo de 15 o 20 segadores con unos cuantos mulos con los que transportaban su equipaje (el “ato” que se decía”). Todos reunidos en “Los Egíos” y acompañados de esposas, hijos y demás familiares les despedían con afectivos abrazos y estrechamiento de manos. Uno de ellos soplando sobre un “caracol” reproducía un sonido característico que se oía a bastante distancia y que iban tocando hasta desparecer por los “Barrancos”. Este toque se repetía igualmente al regreso cuando aparecían por el “El Guerro” o “Las Majadillas”, señal que hacía que familiares y amigos acudieran a su encuentro y se concentraran esperándoles en el llamado “Aserrín” donde se veían aparecer a lo lejos, aquí permanecían impacientes hasta poder celebrar su feliz regreso.